La dietética terapéutica
de Medina Tradicional China clasifica las lentejas –Lu Duo- (Lens culinaris
Medit = Lens esculenta Moench) como alimento de naturaleza térmica neutra y
sabor dulce. Actúan en los meridianos de Corazón, Bazo, Estómago y
Riñón. Su acción consiste en tonificar Xue (Sangre) y Qi. Tonifica
Qi de Riñón, Corazón y Estómago.
Todas las legumbre
pertenecen al Riñón manifestado en el elemento Agua (Teoría de los
Cinco Elementos) aunque, dependiendo la variedad puede actuar en
varios órganos y meridianos a la vez.
Las lentejas estimulan las
glándulas suprarrenales, tonifican los riñones aumentando su
vitalidad y nos ayuda a conservar el Jing (esencia) o Sustancia
Basal. Son diuréticas y como del elemento Agua son portadoras de
sales minerales. Las sales ayuden en las funciones de filtraje de
los riñones y aportan electrolitos y equilibrio entre el sodio y
potasio.
Favorece las paredes de los vasos
sanguíneos del corazón y el intestino delgado. Combate la anemia.
Las lentejas rojas van muy bien para regular el corazón.
En general, todas las semillas
son alimentos cargados de Qi esperando ser activadas para generar la
vida. La cantidad de Qi o Pranan que aportemos al cuerpo a través de los alimentos y el aire es realmente lo que nos proporciona la energia y vitalidad del día a día.
En la obra de Aristóteles la
Física, el estagirita nos explica cuatro conceptos: Materia
y Forma. Potencia y Acto.
Toda Materia quiere ser
informada. Toda Potencia quiere ser actualizada.
La Potencia es la
semilla que espera llegar a ser algo; espera germinar, actualizarse,
ser el Acto mismo de su propia creación y misión de su existencia.
La semilla es Materia y
como toda materia se desarrolla con una forma y característica
determinadas.
“La Forma es la ESENCIA.” La
Forma es lo que proporciona las cualidades de una cosa. Es decir, el
caballo se comporta como un caballo porque su forma es el caballo.
Aristóteles supo expresar a su
modo la naturaleza de la esencia primordial de las cosas (termino
parecido al Jing que utiliza la cultura y la medicina tradicional
china) dentro de un mundo inmanente en oposición al mundo
trascendente de Platón.
Las legumbre al ser tan
nutritivas, son más indigestas que otros alimentos. Para que no lo
resulten deben cocinarse apropiadamente. Aquí os presento una
interesante receta para tomarlas sabrosamente y aprovechar sus
virtudes terapéuticas
En esta receta he utilizado la
variedad de lenteja castellana. También podemos utilizar las
variedades pardina y coral (su cocción es más rápida ya que están
peladas, tampoco germinan).
Lavar las legumbres y colocarlas
en un recipiente de cristal o cerámica y dejarlas unas 8 horas
para que “despierten”; la semilla se active y empiece el
proceso de germinación pero no tenemos que completarlo. Durante el
germinado, la cantidad de vitaminas y de enzimas aumenta
sustancialmente. Recordar que el proceso de germinación aumenta las
cualidades enfriadoras de la semilla si la consumimos como germinado
sin cocción, sin embargo, este no es el caso del paté..
Una
vez “despertadas “ las legumbres podemos ponerlas en una
cazuela con alga kombu y semillas variadas de propiedades
carminativas. Tenemos cominos, coriandro, alcaravea, cardamomo, anís,
clavos, hinojo,
Debemos cubrir totalmente de agua las legumbres y
llevarlas ha ebullición. Algunos prefieren llevar a ebullición, sin
tapa y escaldar las legumbres para eliminar posteriormente su piel
y hacer el paté más fino en textura. Según mi experiencia hacerlas
desde el principio con la tapa cerrada y a fuego muy bajo hasta que
estén cocidas y posteriormente bien trituradas también sale un paté fino, aunque encontremos sabrosos trocitos de pieles.
Una
vez cocidas las legumbres añadimos una cucharada de miso y una
cucharada de semillas de sésamo trituradas. La cuestión es hacer el
paté más cremoso, por tanto, también puedes utilizar directamente
crema de tahín o aceite de sésamo. Atención: El tahin es muy graso
y en exceso bloquea Qi de Hígado.
Puedes
sustituir el sésamo por semillas de girasol trituradas o su aceite.
Debemos poner especies para hacer el paté un poquito más Yang,
pimienta, jengibre seco y albahaca, orégano y curri al gusto. Un
poco de cúrcuma también esta bien.
Empezamos
a triturarlo todo. Si de consistencia no es muy solida al secreto es
poner copos de avena molidos hasta convertirlos en polvo o
simplemente harina de avena.
De
costumbre siempre le pongo copos de avena molidos para hacerlo un poco más completo nutricionalmente y más espeso y consistente.
El secreto es que sea cremoso pero tenga consistencia y, por
supuesto, sabor para disfrutar de su valor nutritivo.Una
vez triturado todo sólo nos queda ponerlo en un tarro de cristal y al
frigorífico.
La experiencia me dice que pasado un día el paté esta
mucho más sabroso ya que los ingredientes se han unificado y
potenciado.