jueves, 23 de octubre de 2014

APRENDE A MEJORAR TU SALUD.

Nuestro mundo interior es un mundo grande  y maravilloso y desafortunadamente para muchos un lugar olvidado y/o desconocido.

Un lugar donde no estamos solos, sino acompañados de verdaderos seres de luz y de la propia conciencia que nos ayuda a comprender nuestra salud y  equilibrio con la naturaleza. Donde el bienestar y  las milenarias terapias naturales son la conexión  con una de las  grandes ramas del árbol que habita en nuestro interior y cuyo tronco, a través, de su raíces son  el camino hacia la FUENTE que nos da sentido a la vida.

Somos parte de esa FUENTE y ella es parte nuestra. Tenemos que saber que estamos conectados; tenemos ayuda y todos somos uno. Si lo sentimos es posible.

El sentimiento es la oración. 



lunes, 13 de octubre de 2014

LAS LEGUMBRES. RECETA PATÉ DE LENTEJAS

La dietética terapéutica de Medina Tradicional China clasifica las  lentejas –Lu Duo- (Lens culinaris Medit = Lens esculenta Moench) como alimento de naturaleza térmica neutra y sabor dulce. Actúan en los meridianos de Corazón, Bazo, Estómago y Riñón. Su acción consiste en tonificar Xue (Sangre) y Qi. Tonifica Qi de Riñón, Corazón y Estómago.

Todas las legumbre pertenecen al Riñón manifestado en el elemento Agua (Teoría de los Cinco Elementos) aunque, dependiendo la variedad puede actuar en varios órganos y meridianos a la vez.
Las lentejas estimulan las glándulas suprarrenales, tonifican los riñones aumentando su vitalidad y nos ayuda a conservar el Jing (esencia) o Sustancia Basal. Son diuréticas y como del elemento Agua son portadoras de sales minerales. Las sales ayuden en las funciones de filtraje de los riñones y aportan electrolitos y equilibrio entre el sodio y potasio.

Favorece las paredes de los vasos sanguíneos del corazón y el intestino delgado. Combate la anemia. Las lentejas rojas van muy bien para regular el corazón.
En general, todas las semillas son alimentos cargados de Qi esperando ser activadas para generar la vida. La cantidad de Qi o Pranan que aportemos al cuerpo a través de los alimentos y el aire es realmente lo que nos proporciona la energia y vitalidad del día a día.
En la obra de Aristóteles la Física, el estagirita nos explica cuatro conceptos: Materia y Forma. Potencia y Acto.
Toda Materia quiere ser informada. Toda Potencia quiere ser actualizada.
La Potencia es la semilla que espera llegar a ser algo; espera germinar, actualizarse, ser el Acto mismo de su propia creación y misión de su existencia.
La semilla es Materia y como toda materia se desarrolla con una forma y característica determinadas.
La Forma es la ESENCIA.” La Forma es lo que proporciona las cualidades de una cosa. Es decir, el caballo se  comporta como un caballo porque su forma es el caballo.
Aristóteles supo expresar a su modo la naturaleza de la esencia primordial de las cosas (termino parecido al Jing que utiliza la cultura y la medicina tradicional china) dentro de un mundo inmanente en oposición al mundo trascendente de Platón.

Las legumbre al ser tan nutritivas, son más indigestas que otros alimentos. Para que no lo resulten deben cocinarse apropiadamente. Aquí os presento una interesante receta para tomarlas sabrosamente y aprovechar sus virtudes terapéuticas
En esta receta he utilizado la variedad de lenteja castellana. También podemos utilizar las variedades pardina y coral (su cocción es más rápida ya que están peladas, tampoco germinan).
Lavar las legumbres y colocarlas en un recipiente de cristal o cerámica y dejarlas unas 8 horas para que “despierten”; la semilla se active y empiece el proceso de germinación pero no tenemos que completarlo. Durante el germinado, la cantidad de vitaminas y de enzimas aumenta sustancialmente. Recordar que el proceso de germinación aumenta las cualidades enfriadoras de la semilla si la consumimos como germinado sin cocción, sin embargo, este no es el caso del paté..

Una vez “despertadas “ las legumbres podemos ponerlas en una cazuela con alga kombu y semillas variadas de propiedades carminativas. Tenemos cominos, coriandro, alcaravea, cardamomo, anís, clavos, hinojo,

Debemos cubrir totalmente de agua las legumbres y llevarlas ha ebullición. Algunos prefieren llevar a ebullición, sin tapa y escaldar las legumbres para eliminar posteriormente su piel y hacer el paté más fino en textura. Según mi experiencia hacerlas desde el principio con la tapa cerrada y a fuego muy bajo hasta que estén cocidas y posteriormente bien trituradas también sale un paté fino, aunque encontremos sabrosos trocitos de pieles.

Una vez cocidas las legumbres añadimos una cucharada de miso y una cucharada de semillas de sésamo trituradas. La cuestión es hacer el paté más cremoso, por tanto, también puedes utilizar directamente crema de tahín o aceite de sésamo. Atención: El tahin es muy graso y en exceso bloquea Qi de Hígado.
Puedes sustituir el sésamo por semillas de girasol trituradas o su aceite. Debemos poner especies para hacer el paté un poquito más Yang, pimienta, jengibre seco y albahaca, orégano y curri al gusto. Un poco de cúrcuma también esta bien.
Empezamos a triturarlo todo. Si de consistencia no es muy solida al secreto es poner copos de avena molidos hasta convertirlos en polvo o simplemente harina de avena.
De costumbre siempre le pongo copos de avena molidos para hacerlo un poco más completo nutricionalmente y más espeso y consistente. El secreto es que sea cremoso pero tenga consistencia y, por supuesto, sabor para disfrutar de su valor nutritivo.Una vez triturado todo sólo nos queda ponerlo en un tarro de cristal y al frigorífico. 
La experiencia me dice que pasado un día el paté esta mucho más sabroso ya que los ingredientes se han unificado y potenciado.